Una ceremonia de temerarios: El festival de Onbashira

Festival de Onbashira, Japon

El festival de Onbashira es una celebración muy antigua que simboliza la renovación del santuario sintoísta de Suwa que se encuentra cerca del lago del mismo nombre en el área de Nagano, en Japon. Se festeja constantemente cada seis años desde hace 1.200 años.
El ritual consiste en cambiar los pilares o columnas del templo. Los pilares del templo consisten en troncos de árboles centenarios que alcanzan los 17 metros de longitud, 1 metro de diámetro y hasta 12 toneladas de peso. Para mover los troncos son necesarios varios cientos de hombres, pues en ningún momento se emplea ayuda animal o maquinaria.

A pesar de las medidas de seguridad que cada año se incrementan, la celebración es muy peligrosa y hay muertes. Las personas que mueren son consideradas honorables.
Durante la primera parte de la ceremonia se talan los troncos de los árboles. Para ello se utilizan hachas y sierras especialmente creadas para la ceremonia. los troncos cortados son limpiados y engalados con lazos de los colores sintoístas: rojo y blanco.
Posteriormente, son trasladados colina abajo por los jóvenes más fuertes y valientes de la prefectura. Esta segunda parte de la ceremonia se denomina Ki-otoshi, es una de las partes más arriesgadas del festival,
Una vez que el tronco empieza a caer colina abajo no existe forma de pararlo, se desliza a gran velocidad por una pendiente máxima de 40º de inclinación durante un descenso de aproximadamente 100 metros, éste es el momento mas peligroso pues son habituales las caídas y lesiones.
Una vez que han llegado al templo los troncos, considerados pilares sagrados, son puestos en vertical utilizando únicamente la fuerza manual, cuerdas y cables. Cualquier fallo en este proceso podría provocar que el pesado tronco aplastase a los hombres que tratan de izarlo. Esta parte de la ceremonia es denominada "Satobiki".
El festival es tan popular que, en 1998 el record de visitantes fue de casi 1.8 millones de personas.
Otra vez estos ponjas sorprendiéndonos, hay que reconocer que tienen una cultura muy desarrollada y antigua.

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